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Enfermedad de Lyme: Síntomas, Causas, Tratamiento y Prevención

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La enfermedad de Lyme comienza como un leve sarpullido en la zona donde una garrapata te ha picado, pero evoluciona causando graves complicaciones como la artritis de Lyme.

Para detener su evolución, y prevenir que cause otras enfermedades, debes conocer cuáles son las medidas a tomar, qué tratamiento pueden ayudarte a aliviar los síntomas y curar la enfermedad de Lyme.

En este artículo te contaremos cómo puedes prevenir la enfermedad de Lyme, cómo tratar sus síntomas, qué factores de riesgo evitar, y mucho más. Así que continúa leyendo.

¿Qué es la enfermedad de Lyme?

La enfermedad de Lyme es una infección que se transmite por garrapatas.

Esto ocurre porque un tipo de bacterias espiroquetales llamadas Borrelia se transmiten por la picadura de garrapatas de tipo Ixodes.

Se da mayormente durante los cálidos meses de la primavera y el verano. Es así como se le conoce también como borreliosis de Lyme.

Estados Unidos es el país con mayor número de casos de enfermedad de Lyme.

Se debe principalmente a las bacterias Borrelia burgdorferi, Borrelia mayonii, Borrelia afzelii y Borrelia garinii.

Las bacterias Borrelia burgdorferi y Borrelia mayonii son las responsables de la enfermedad de Lyme en los Estados Unidos.

En cuanto a las bacterias Borrelia afzelii y Borrelia garinii son las principales causantes en Europa y en Asia.

La enfermedad de Lyme es por lo tanto una infección que se transmite mediante la picadura de una garrapata de patas negras infectada.

A estas garrapatas se les conoce como garrapata de los ciervos.

La enfermedad de Lyme es más probable en las zonas con mucha densidad boscosa o cubiertas de hierbas en las que se desarrollan las garrapatas que transmiten la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Lyme?

En cuanto a los síntomas de la enfermedad de Lyme, pueden variar de acuerdo a las etapas.

Primeros síntomas y signos

En principio aparece un bulto rojo y pequeño donde pica la garrapata o de donde se extrae.

Sin embargo, el bulto rojo y pequeño no es indicativo de la enfermedad de Lyme.

Desde el momento en el que se manifiestan los signos y síntomas, pueden ocurrir los siguientes síntomas:

Erupción cutánea

Esta aparece entre los 3 y 30 días después de la picadura de garrapata infectada.

Es así como se manifiesta un área roja expandida que puede aclararse en el centro y formar un patrón de tiro al blanco.

A la erupción cutánea se le conoce como eritema migratorio, y se expande lentamente con el paso de los días.

Esta erupción se puede esparcir hasta 12 pulgadas de extensión.

Por lo general no se produce picazón ni dolor en esta etapa.

Síntomas parecidos a los de la influenza

Cuando se presenta la erupción cutánea, se manifiestan también síntomas de fatiga, dolor de cabeza, fiebre y escalofrío.

El malestar general también es un síntoma de la enfermedad de Lyme.

Síntomas y signos posteriores

Si no es tratada la enfermedad de Lyme, se producen otros tipos de síntomas.

La aparición de estos síntomas puede darse semanas o meses después.

Entre los síntomas posteriores está el eritema migratorio, que aparece no solo en el lugar de la picadura, sino en otras partes del cuerpo.

El dolor articular también se presenta. La mayoría de las veces la zona afectada suele ser las rodillas.

Sin embargo, el dolor puede mudar de una articulación a otra.

También se manifiestan síntomas neurológicos. Estos pueden darse semana o meses después de la infección.

También es posible que los problemas neurológicos sean síntomas de tardía aparición, apareciendo años después de la infección.

Es así como pueden originarse inflamaciones en las membranas que rodean el cerebro.

La parálisis temporal de un lado del rostro es otro síntomas que aparece como consecuencia de la enfermedad de Lyme.

El entumecimiento o debilidad en las extremidades, es otro síntomas neurológico.

Por otra parte, los síntomas que causa específicamente la  la bacteria Borrelia mayonii son náuseas y vómitos.

Las erupciones cutáneas difusas, también son síntomas de esa bacteria cuando produce la enfermedad de Lyme.

Síntomas menos frecuentes de la enfermedad de Lyme

Después de que ocurre la infección de esta enfermedad, pueden pasar semanas para que se manifiesten otros tipos de síntomas.

Sin embargo, estos son menos frecuentes que los presentados hasta el momento.

Entre esos síntomas están los problemas cardíacos. Los cuales pueden durar días o semanas.

Se producen latidos irregulares del corazón, hepatitis, inflamación ocular y fatiga intensa.

¿Cómo evoluciona la enfermedad de Lyme?

La evolución de la enfermedad de Lyme depende de si se administra o no a tiempo una tratamiento adecuado con antibióticos.

Existe tres etapas en la evolución de la enfermedad de Lyme. Por lo general esta se limita a la primera.

En esta primera etapa se manifiesta el enrojecimiento en la zona de la picadura de garrapata.

Es en esta etapa en la que se debe administrar un tratamiento, para que haya más probabilidades de una evolución positiva.

Si no se obtiene un tratamiento la enfermedad puede evolucionar y causar complicaciones.

Entre las complicaciones a causa de la enfermedad de Lyme está la artritis bacteriana, conocida como artritis de Lyme.

La afectación del sistema nervioso también es una consecuencia de la evolución de la enfermedad de Lyme.

Las consecuencias de la mala evolución de la enfermedad de Lyme, pueden poner en riesgo la vida de las personas.

Otras de las consecuencias de la evolución de la enfermedad de Lyme son la inflamación crónica, defectos cognitivos y neuropatía.

Diagnóstico

Debido a lo variable que pueden ser los síntomas de la enfermedad de Lyme, diagnosticar la enfermedad puede ser difícil.

Esto se debe mayormente a que sus síntomas a menudo se relacionan con otras enfermedades.

Además, las mismas garrapatas que causan la enfermedad de Lyme, podrían propagar otro tipo de enfermedades en forma simultánea.

Si por ejemplo, no se observa la erupción cutánea que es característica de la enfermedad de Lyme, se recurre a la historia clínica.

Es así como el médico pregunta sobre los lugares donde ha estado la persona en el verano, de manera que así pueda tener una idea del diagnóstico.

De igual forma se realiza una exploración física, también se hacen análisis de laboratorio, que permiten identificar anticuerpos contra las bacterias.

Para realizar los análisis de laboratorio para determinar el diagnóstico, se debe esperar algunas semanas después de la infección.

Es así como el diagnóstico es más confiable, pues el organismo habrá formado los anticuerpos.

A continuación presentamos los análisis de laboratorio más frecuentes en el caso de la enfermedad de Lyme.

Enzimoinmunoanálisis de adsorción

Esta es la prueba que más se utiliza para identificar la enfermedad de Lyme.

Por medio de ella se pueden detectar anticuerpos de B. burgdorferi.

Ahora bien, el resultado de esta prueba en ocasiones puede dar  falso positivo.

Por tal razón, esta prueba no se usa como la prueba definitiva para realizar el diagnóstico.

Inmunotransferencia

Si la prueba de  enzimoinmunoanálisis de adsorción da un resultado positivo, de igual forma se debe confirmar.

Por lo general la inmunotransferencia detecta anticuerpos contra diversas proteínas de Borrelia burgdorferi.

Estas son las formas más comunes y efectivas para el diagnóstico de la enfermedad de Lyme.

¿Cómo se trata la enfermedad de Lyme?

En primer lugar, la enfermedad de Lyme es tratada con antibióticos.

Si se comienza el tratamiento a tiempo, apenas sea detectada la enfermedad de Lyme, entonces se logrará una recuperación rápida y completa.

Tratamiento con antibióticos

Los tratamientos con antibióticos son los más efectivos y necesarios.

La enfermedad de Lyme se trata mejor en las primeras etapas. El tratamiento temprano es un curso simple de antibióticos orales de 14 a 21 días para eliminar todos los rastros de infección.

Los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Lyme incluyen:

La enfermedad de Lyme persistente o crónica se trata con antibióticos por vía intravenosa durante un período de 14 a 21 días. Aunque este tratamiento elimina la infección, sus síntomas mejoran más lentamente.

Se desconoce por qué los síntomas, como el dolor en las articulaciones, continúan después de que las bacterias se destruyen.

Algunos médicos creen que los síntomas persistentes ocurren en personas propensas a enfermedades autoinmunes.

También es probable que algunas personas puedan presentar síntomas como dolor muscular y fatiga, después del tratamiento.

A esto se le conoce como síndrome postratamiento de la enfermedad de Lyme.

En estos casos el tratamiento con más antibiótico no es efectivo.

Se cree que algunas personas con la enfermedad de Lyme desarrollan una respuesta autoinmunitaria que contribuye a causar los síntomas.

¿Por qué se produce la enfermedad de Lyme?

La enfermedad de Lyme se produce como una infección bacteriana que se contrae debido a la picadura de una garrapata infectada.

De manera que se produce por la infección de una garrapata, y se manifiesta en principio como un sarpullido.

Sin embargo, en algunas personas no se observa el sarpullido, aunque sí se notan otros síntomas inmediatos.

Es así como una persona en la que se produce la enfermedad de Lyme, puede presentar dolor de cabeza, cansancio, fiebre, rigidez de cuello y dolores corporales.

Debido a que la causa es una infección por picadura, es una enfermedad difícil de diagnosticar.

Una vez que se produce, los síntomas se pueden confundir con una gripe u otras enfermedades.

Causas y factores de riesgo

Las bacterias Borrelia burgdorferi y Borrelia mayonii, son la causa principal de la enfermedad de Lyme en Estados Unidos.

Estas son transportadas principalmente por las garrapatas de patas negras, conocidas también como garrapatas de los ciertos.

Son garrapatas marrones y cuando son jóvenes son del tamaño de una semilla de amapola, esto hace que sea casi imposible detectarlas.

Por lo tanto la causa principal es la picadura de una garrapatas de ciervos.

Es así como las bacterias entran en la piel a través de la picadura y llegan al torrente sanguíneo.

Por lo general, para que pueda transmitir la enfermedad de Lyme, la garrapata debe estar adherida entre 36 y 48 horas.

Existen además, algunos factores de riesgo que hace que las personas estén más propensas a esta enfermedad.

Si por ejemplo, si se tiene una profesión que exija actividades al aire libre, hay más riesgo de padecer la enfermedad.

A continuación algunos de los factores de riesgo más comunes:

Pasar tiempo en zonas boscosas

Es así como, por ejemplo, en Estado Unidos hay más riesgo en regiones como la noreste y central.

Esto se debe a que son regiones con una densidad boscosa muy alta, y se desarrollan las garrapatas responsables de la enfermedad de Lyme.

Tener la piel expuesta

Las garrapatas tienen la facilidad de adherirse con rapidez a la piel desnuda. Por ello, cuando se esté en una zona donde abundan, lo mejor es protegerse.

Si se tiene mascota, se deben controlar los paseos entre la hierba y el pasto alto, de esa forma se reduce el riesgo.

No quitar las garrapatas de manera adecuada

Es inadecuado dejar que la garrapata se quede adherida a la piel por más de 3 horas.

Así que en caso de visitar una zona muy boscosa, lo mejor es que al volver para asearte, te hagas una revisión exhaustiva.

Conclusión

La infección causada por una garrapata puede generar complicaciones que exigirán un tratamiento adecuado.

Para prevenir llegar a tales condiciones, lo mejor es contar con una buena higiene cuando se está en zonas de riesgo.

En caso de presentar síntomas, y observar un sarpullido en una zona del cuerpo, acude al médico de inmediato.

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