Los cálculos renales son causantes de dolencias realmente fuertes. Es importante conocer la información sobre qué los origina y cómo pueden afectar a las personas.
De forma general podría decirse que afectan las vías urinarias, los riñones y la vejiga. A continuación te daremos más detalles.
índice del artículo:
¿Qué es un cálculo renal?
Un cálculo renal es específicamente una masa sólida que suele formarse en el riñón. Estas partículas se encuentran en la orina.
Existen diversos tipos de cálculos, en el caso del renal puede ser muy pequeño, tanto como un grano de arena, o podría llegar a ser tan grande como una pelota de golf.
Por lo general los cálculos son de color amarillo o marrón.
Si es pequeño se puede eliminar por la orina y el dolor que causa es muy leve. Pero si en cambio es muy grande se puede quedar atascado, bloqueando el flujo de la orina y causando un dolor insoportable.
¿Cuáles son los síntomas de los cálculos renales?
Los síntomas más frecuentes son dolor en la espalda o en el costado, así como la sangre en la orina.
Existen otros síntomas, tales como la fiebre, escalofríos y vómitos.
- Dolor en la parte inferior del abdomen y hacia la ingle
- Dolores en oleadas con intensidad fluctuante
- Náuseas
- Ganas constantes de orinar
- Micciones en cantidades pequeñas
- Orina con mal olor y con aspecto turbio
- Sensación de quemazón al orinar.
Es muy importante que antes la presencia de uno de estos síntomas se acuda al médico para que realice de inmediato un diagnóstico y aplique un tratamiento antes de su evolución.
¿Cómo evoluciona el cálculo renal?
La evolución de los cálculos renales se da a medida que la retención de líquidos dilata la pelvis renal.
Lo que sucede es que obstruyen las vías urinarias y esto hace que las bacterias puedan penetrar con más facilidad.
Cuando las bacterias logran penetrar desencadenan una serie de infecciones en las vías urinarias y en los riñones.
Es así como se da la cistitis y la nefritis intersticial.
Ante tal evolución se presentan los síntomas de escalofríos, fiebres, dolor de espalda y las molestias al orinar. La zona de los riñones se ve tan afectada que se causa un dolor lumbar.
Si no se trata el cálculo renal, su evolución es imparable y las complicaciones que se originan pueden causar la pérdida de la función renal, siendo esta irreversible.
Es así como el cálculo renal podría producir la insuficiencia renal terminal.
Acá no termina el peligro, sino que pudiendo las bacterias penetrar con más facilidad en el sistema respiratorio existe la posibilidad de que causen una urosepsis, que es una infección en la sangre.
Diagnóstico
Los procedimientos para el diagnóstico pueden variar de acuerdo a lo que el médico considere más apropiado.
Estos procedimientos dependen de una serie de análisis, y se explican a continuación:
Análisis de orina
Este es un análisis de orina de 24 horas, por medio del mismo se puede comprobar si el paciendo está eliminando minerales que forman cálculos.
Y si está eliminando las sustancia que previenen la formación del cálculo.
Este análisis se lleva a cabo mediante la recogida de orina en dos días seguidos.
Análisis de sangre
Mediante estos análisis se determina si hay en la sangre un exceso de calcio o de ácido úrico.
Los resultados obtenidos mediante un análisis de sangre ayudan a establecer u mejor control para la salud de los riñones.
Pruebas por imágenes
Estas permiten observar los cálculos renales en las vías urinarias si los hubiera.
Para este tipo de pruebas es necesario aplicar una radiografía abdominal, sin embargo con ésta los cálculos más pequeños no pueden ser observados.
Con una tomografía computarizada también se hace la prueba por imágenes, y esta opción permite observar todo tipo de cálculo, incluyendo los más pequeños.
La ecografía es otra de las opciones para este tipo de prueba. Además que no es invasivo.
Otra opción podría ser la urografía intravenosa, con la que se inyecta tinte en una vena del brazo para así tomar radiografías.
También se pueden obtener imágenes de tomografía computarizada con esta opción.
Análisis de cálculos expulsados
Este tipo de análisis consiste en orinar por medio de un filtro, con este se pueden obtener los cálculos que logran pasar a través de la orina.
Una vez analizados los cálculos expulsados, se puede determinar la composición de los mismos y así conocer el origen y recomendar un tratamiento para prevenirlos a futuro.
Apenas el paciente manifiesta los dolores o síntomas característicos producidos por los cálculos renales, el médico procede a aplicar alguno de estos procedimientos para establecer un diagnóstico exacto.
¿Cómo eliminar cálculos renales?
El tratamiento depende del tamaño del cálculo renal y de los síntomas que estos produzcan.
A continuación te presentaremos los tratamientos debido a estas dos variables:
- Cálculos pequeños con síntomas leves
- Cálculos grandes con síntomas mayores
En función de estas dos variables deben aplicarse los tratamiento.
Cálculos pequeños con síntomas leves
Para este tipo de cálculos renales no se necesitan tratamientos invasivos.
Los tratamientos recomendados varían entre medicamentos y acciones simples y fáciles.
Beber entre dos y tres cuartos de galón de agua a diario ayudaría a limpiar el aparato urinario y así lograr expulsar cálculos pequeños.
Beber suficiente líquido lleva a producir una orina transparente.
Otro tratamiento efectivo para los cálculos más pequeños son los analgésicos, ya que alivia el dolor mientras se expulsa el cálculo.
Entre los analgésicos puedes considerar el ibuprofeno, naproxeno sódico y el paracetamol.
También existe a modo de tratamiento es la terapia médica, que consiste en la recomendación de medicamentos del tipo alfabloqueante.
Este tratamiento médico ayuda a relajar los músculos del uréter para facilitar la expulsión de cálculo renal, siendo menos dolorosa y más rápida.
Cálculos grandes con síntomas mayores
Estos son cálculos que no se pueden tratar con medidas más conservadoras, debido a que el tamaño dificulta la posibilidad de expulsión natural.
También producen sangrado, lo que indica daño en el riñón e infecciones permanentes en las vías urinarias.
Es por ello que para estos cálculos se necesitan tratamientos más exhaustivos, por lo tanto invasivos.
Los cuales enumeraremos y explicaremos a continuación:
Ondas sonoras
Las ondas sonoras logran romper los cálculos, dependiendo del tamaño y ubicación se puede proceder con una litotricia extracorporal por ondas de choque.
Este procedimiento consiste en crear ondas sonoras de choque que causan vibraciones fuertes y logran romper los cálculos en pedazos más diminutos de manera que se puedan expulsar a través de la orina.
Este procedimiento tiene una duración de aproximadamente cuarenta y cinco minutos, puede extenderse hasta máximo una hora.
El dolor que produce es moderado, sin embargo, se suele anestesiar al paciente.
Por otra parte, el procedimiento podría ocasionar hematomas en la espalda o en el abdomen, sangrado al rededor del riñón, sangre en la orina e incluso molestias al eliminar los fragmentos de cálculo.
Cirugía
En cuanto a la cirugía, se aplica para la extracción de los cálculos renales más grandes. Se le conoce a este procedimiento como nefrolitotomía percutánea.
Se aplica una extracción quirúrgica por medio de instrumentos y telescopios pequeños, los cuales son introducidos por medio de una incisión muy pequeña que se hace en la espalda.
Para este procedimiento se anestesia al paciente, y es obligatorio que luego de la operación permanezca hospitalizado por uno o dos días.
El procedimiento de la cirugía se aplica si el tratamiento de ondas de choque no resulta.
Endoscopía
En cuanto a la endoscopía es un tratamiento para extraer los cálculos que se alojan en el uréter o en el riñón.
Para levar a cabo el tratamiento se introduce un ureteroscopio por medio de la uretra y la vejiga con la intención de localizar el cálculo.
Al localizarlo se atrapa y se rompe en trozos para que se eliminen con la orina.
Después de este procedimiento se coloca un stent en el interior del uréter y esto ayuda a aliviar la hinchazón y estimula la cicatrización.
Cirugía de la glándula paratiroidea
El último de los tratamientos para un cálculo renal grande cuyos síntomas son excesivamente dolorosos, es la cirugía de la glándula paratiroidea.
Esta cirugía es necesaria cuando los cálculos se forman por excesivos niveles de calcio, en este caso originado por la glándula paratiroidea.
Lo que se logra con la cirugía es extirpar el crecimiento de la glándula para detener la producción excesiva de calcio y así prevenir la formación de los cálculos renales.
Causas de los cálculos renales
La razón por la que se produce el cálculo renal puede variar. No existe una sola causa.
Pero se puede decir de forma general que se produce debido a que el calcio, oxalato o el ácido úrico es mayor en cantidad de la que puede ser diluida por los líquidos de la orina.
Si la orina no tiene las sustancias que impiden que los cristales se adhieran entre ellos, entonces también se pueden producir los cálculos renales.
Ahora bien, para ser más específicos en relación a las razones por las que se producen los cálculos renales, habrá que abarcarlos según el tipo de cálculo.
Cálculo renal de calcio
Estos son os más comunes. Es causado por los alimentos con alto contenido de oxalato. También por las altas dosis de vitamina D, o por procedimientos como el bypass intestinal.
Algunos trastornos metabólicos aumentan la concentración de oxalato o calcio en la orina, produciéndose los cálculos renales.
El consumo de ciertos medicamentos anticonvuosivos también origina el cálculo de calcio.
Cálculo renal de estruvita
Estos se forman como una consecuencia de la infección de las vías urinarias.
Crecen con mucha rapidez y suelen presentar pocos síntomas.
Cálculo renal de ácido úrico
Estos se producen si no se bebe suficiente líquido o si por el contrario se pierde mucho líquido.
Algunos factores genéticos suelen ser la razón de este tipo de cálculo renal.
Cálculo renal de cistina
Este tipo de cálculo renal se debe a los trastornos hereditarios que causan la excreción abundante de ciertos aminoácidos.
Causas y factores de riesgo
Los siguientes son los factores de riesgo del cálculo renal:
- Deshidratación
- Obesidad
- Dietas muy ricas en proteínas, azúcar y sodio
- Antecedentes familiares
- Antecedentes personales
- Haber padecido cirugías como el bypass gástrico
- Padecer enfermedades digestiva
- Infecciones de las vía urinarias
Conclusión
El cálculo renal puede originar condiciones realmente dolorosas. Es por ello que lo mejor es tomar precauciones para prevenirlo.
Nuestra recomendación es que bebas entre ocho y doce tazas de líquido al día. si tienes alguna enfermedad en los riñones, pregúntale al médico cuál debe ser la cantidad promedio de líquido que puedes consumir.
Limita en tu dieta el sodio y la proteína animal, así podrás prevenir el cálculo renal.