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Artritis: síntomas, causas, tratamiento y tipos

La artritis es un padecimiento que causa un dolor en las articulaciones, muchas veces desesperante y que limita el movimiento.

A veces se padece sin que se tome acción en relación, cuando la persona decide visitar el médico se encuentra con que pudo haber evitado mucho.

Es por eso que se debe tener conocimiento sobre los síntomas que señalan una complicación en las articulaciones.

De esa forma sabremos cuándo buscar ayuda médica, y qué hacer para minimizar los síntomas y evitar la evolución de esta enfermedad.

Si deseas conocer los Remedios Naturales más efectivos para combatir la artritis te recomendamos leer: 10 Remedios Caseros para la artritis

A continuación te brindaremos información detallada sobre esta afección.

¿Qué es la artritis?

Se conoce como artritis la inflamación de una articulación o de más de una.

Esta enfermedad va acompañada de una serie de síntomas entre los que principalmente se pueden nombrar el dolor y rigidez en las articulaciones.

A medida que la persona va avanzando de edad, ese dolor y rigidez se hacen más severos.

Los 2 tipos de artritis más comunes: artrosis y artritis reumatoide

Ahora bien, es importante saber que la artritis tiene dos tipos de manifestaciones que son las más frecuentes.

Estas son la artrosis y la artritis reumatoide.

La artrosis se da cuando el cartílago se rompe.

El cartílago es el tejido más duro y a la vez resbaladizo que recubre cada uno de los extremos de los huesos donde hay formada una articulación.

Por otro parte, la artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario.

Este trastorno afecta en primer lugar el revestimiento de las articulaciones, que es la membrana sinovial.

Existen otros tipos de artritis que son causados por infecciones, o enfermedades como el lupus y la psoriasis.

También los cristales de ácido úrico podrían causar otros tipos de artritis.

De manera que es una enfermedad que puede afectar notablemente la calidad de vida de la persona que la padece.

Es importante tomar en cuenta que todas las articulaciones que tenemos en el cuerpo pueden ser afectadas por la inflamación que causa la artritis.

Por igual las articulaciones de los dedos, de la rodilla, cadera o del hombro.

Si solo se da la artritis en una de las articulaciones, se conoce como monoartritis.

Pero si contrario a ello se ven más de una articulación afectadas por la artritis, se habla de una poliartritis.

Aunque existen diversas causas, la artritis se puede dar repentinamente y sin mostrar señales previas o sin que estas se puedan percibir.

La mayoría de los casos la artritis aguda se provoca por una infección.

La artritis crónica, como la artritis reumatoide, se da cuando la inflamación es prolongada y reaparece por brotes.

¿Cuáles son los síntomas de la artritis?

El dolor, la rigidez y la hinchazón de las articulaciones son los síntomas más comunes de la artritis

Estos permiten sospechar cuándo se padece, y ante la aparición o sensación de uno de ellos, lo mejor es acudir al médico para que brinde un diagnóstico.

El diagnóstico a tiempo permitirá un tratamiento efectivo que ayudará a la persona a mantener su calidad de vida.

Por otra parte, también se puede notar un enrojecimiento en la zona.

La articulación que es afectada, y cuyos síntomas suelen apuntar a la artritis, sufre de igual forma de una movilidad limitada.

Otro de los síntomas es el derrame articular, que consiste en a aparición de líquido en la articulación.

Cuando es una artritis purulenta, aparece pus en la zona donde se presenta.

De igual forma se debe tomar en cuenta que algunos síntomas se dan dependiendo de qué es lo que causa la artritis.

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Síntomas más comunes en la artritis reumatoide

En el caso de la artritis reumatoide, hay una manifestación de dolores articulares específicamente en las noches y muy de mañana.

En las mañanas además suele presentarse una rigidez en las articulaciones, así como la inflamación.

Esta artritis reumatoide, con estos síntomas, puede darse especialmente en las interfalángicas proximales y de las metacarpofalángicas.

Un dato muy importante es que en los ataques de gota se puede experimentar afectación en la articulación del dedo gordo de pie.

Esto se nota debido a que ocurren síntomas como la inflación, el enrojecimiento, la sensación de que está caliente y un dolor extremo.

¿Cómo evoluciona?

En cuanto a la evolución de la artritis, esta depende fundamentalmente de las causas que la originan.

Sin embargo, de forma general, la artritis cuando evoluciona puede llegar a destruir completamente las articulaciones.

Es así como provoca rigidez en las articulaciones, así como problemas crónicos y/o malformaciones.

Por otra parte, la artritis infecciones aguda podría curarse la mayoría de los casos.

Para que puede curarse, se debe detectar a tiempo y se aplique un buen tratamiento, que sea efectivo y acompañado de un seguimiento.

Ahora bien, la artritis crónica llega a ser artritis reumatoide, y esta progresa lentamente.

Pero ya al pasar algunos años, las articulaciones afectadas se destruyen y así se disminuye su función.

A continuación presentaremos cómo se va dando la evolución de la artritis reumatoide:

Artritis reumatoide aguda

Esta evolución la sufre aproximadamente un 20% de los casos.

Se presenta en forma de un único episodio de artritis, y puede durar entre días y meses.

Luego desaparecen los síntomas por alrededor de un año. Esta evolución es favorable, ya que es posible tratarla con más efectividad.

Artritis reumatoides cíclica

Esta artritis se da en un aproximado del 70% de los casos.

Cuando evoluciona de forma cíclica se alterna entre períodos de brotes.

Estos períodos pueden tener una duración de semanas o meses, y se alternan con ausencia de los síntomas.

Este patrón de la evolución de la artritis no es muy favorable. Esto se debe a que es acompañado de un deterioro progresivo de las arterias.

Este deterioro va afectando la funcionalidad articular y así se desmejora la calidad de vida de la persona.

Artritis reumatoide progresiva

La artritis progresiva es una forma de evolución que padece el 10% de los casos.

Cuando es progresiva evoluciona sin interrupciones, de manera que la inflamación de la articulación permanece continuamente sin interrupción.

Este es el patrón de evolución con el peor de los pronóstico, causa deterioro con mucha rapidez.

Por último, es importante saber que en ocasiones, aunque escasas, la evolución de la artritis adopta otras formas.

Una de esas formas es la artritis robusta. Este tipo de evolución se da en los hombres que acostumbran a realizar actividades físicas intensas.

La artritis reumatoide senil es otra de las evoluciones de la artritis, esta es padecida mayormente por personas de 70 años de edad en adelante.

Cuando la artritis se da por episodios cíclicos en una sola articulación se le conoce como reumatismo palindrómico.

Diagnóstico

Existen diversos métodos para diagnosticar la artritis. Entre ellos está la exploración física.

Este método consiste en hacer una revisión de las articulaciones, a través de la cual se puedan detectar los síntomas visibles.

Es así como el médico puede observar si se presenta el enrojecimiento, la hinchazón y la alta temperatura en las zonas de las articulaciones.

En base a la exploración física el médico puede establecer una sospecha sobre el tpo de artritis y así sugerir otro tipo de examen.

Estos tipos de exámenes que se presentarán a continuación aseguran un diagnóstico mucho más exactos:

Análisis de laboratorio

Este tipo de examen permite analizar los diversos líquidos corporales que ayudarán a identificar el tipo de artritis que sfre el paciente.

Entre los líquidos que se analizan en este examen están:

  • La sangre
  • Orina
  • Líquido sinovial

Existen otros tipos de exámenes que cuya implementación permite dar un diagnóstico a partir de las imágenes.

Estos exámenes son:

Radiografías

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Para esto se utilizan niveles bajos de radiación que permiten la visualización del hueso.

Es así como se puede determinar si hay pérdida del cartílago, o daños en los osteofitos y en los huesos.

Un dato importante es que este tipo de examen no revela si hay artritis en un examen inicial.

Pero una vez que se ha determinado la artritis, la radiografía sirve para poder hacer un seguimiento a su evolución.

Tomografía computarizada

Los aparatos a través de los que se realiza la tomografía computarizada, permiten tomar radiografías desde diferentes tipos de ángulos.

Además también ayudan a combinar la información de manera que se crean vistas transversales de las estructuras internas.

Es así como se puede visualizar tanto el hueso como los tejidos blandos que le rodean.

Imágenes por resonancia magnética

Este examen se realiza combinando ondas de radio con un campo magnético suficientemente fuerte.

Por medio de este tipo de examen se puede producir imágenes transversales de una forma más detallada de los tejidos blancos.

Es así como facilita el estudio de los cartílagos, ligamentos y de los tendones.

Ecografía

Esta es una tecnología que se implementa mediante la utilización de ondas sonoras de alta frecuencia.

Por medio de la ecografía se pueden obtener imágenes de los tejidos blandos, también de las estructuras que tienen líquidos y de los cartílagos.

Además, es ideal para guiar tratamientos por medio de la aguja e incluso aspiraciones articulares.

¿Cómo se trata la artritis?

La artritis puede tratarse de tres diferentes maneras, a continuación te brindaremos una breve descripción de cada una de ellas.

Tratamiento con medicamentos

Este tipo de tratamiento varía según el tipo de artritis que se presenten.

Pero fundamentalmente los medicamentos ideales para el tratamiento de la artritis pueden agruparse en los siguientes:

  • Analgésicos
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides
  • Contrairritantes
  • Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad
  • Modificadores de la respuesta biológica
  • Corticoesteroides

Tratamiento a través de terapia

En este caso se aplica la fisioterapia, que puede ser de mucho beneficio para aliviar los síntomas de acuerdo al tipo de artritis.

Los ejercicios podrían ayudar a mejorar y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones.

Cirugía para tratamientos especiales

La cirugía puede ser otra forma de tratamiento, se recurre a ella cuando los otros tipos de tratamientos no resultan.

Los tipos de cirugía que pueden implementarse en el caso de la artritis son:

  • Reparación articular
  • Reemplazo articular
  • Fusión de la articulación

Estos son los tres tipos de tratamientos que generalmente se aplican en caso de artritis.

¿Por qué se produce la artritis?

La artritis se produce debido a la degradación del cartílago.

El cartílago es el encargado de proteger la articulación y permitir que esta se mueva suavemente.

Además, también absorbe el golpe si se ejerce presión sobre la articulación.

Si no hay una cantidad suficiente de cartílago, los huesos que están debajo de este se dañan y se rozan, causando así dolor, inflamación y rigidez.

Y esto es lo que se conoce como artritis.

Causas y factores de riesgo

Existen diversas causas y factores de riesgo que pueden influir en el padecimiento de artritis, a continuación las mencionaremos:

Antecedentes familiares

Es probable que cuando se tienen padres o hermanos con este trastorno, existan probabilidades de padecerlo.

Esto se debe a que los genes se hacen más vulnerables a los factores que podrían desencadenar artritis.

Edad

Mientras va aumentando la edad, la persona va incrementando las posibilidades a sufrir ciertos tipos de artritis.

Sexo

En el caso de las mujeres, tienen más probabilidades de contraer artritis reumatoide.

En cambio los otros tipos de artritis se da mayormente en los hombres.

Previa lesión articular

Si se ha producido una lesión articular, como por ejemplo mientras practicas algún deporte, aumentan las probabilidades de padecer artritis.

Obesidad

Es importante tener presente que el peso extra hace que las articulaciones trabajen con más esfuerzo.

Es por ello que las personas obesas tienen mayores riesgos de desarrollar artritis.

Conclusión

Por último, hay que tomar en cuenta que existen factores de riesgo que pueden controlarse, y en ellos debemos centrarnos.

Es por eso que es importante mantener un peso ideal, para reducir la tensión que se ocasiona sobre las articulaciones.

Una rutina de ejercicio también podría ayudar a prevenir y mantener las articulaciones flexibles.

Y ante la aparición de alguno de los síntomas de la artritis acude al médico por un diagnóstico.

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