Sentir algo de ansiedad es normal, todos en algún momento sentimos angustia por un motivo. Esto no solo es normal, sino que puede ser útil, nos prepara para enfrentar situaciones que creemos serias e importantes.
Pero cuando la ansiedad deja de ser una inquietud que nos mantiene alerta y empieza a mostrar síntomas más graves. Puedes estar padeciendo de un trastorno de ansiedad.
¿Que es a ansiedad?
Es un problema que afecta tanto emocional como físicamente, que puede aparecer con alguna justificación o sin ella. Son ataques repentinos, aparecen sin previo aviso, es un trastorno frecuente que afecta a hombres y mujeres.
Es un mecanismo de defensa, una alerta de nuestro cuerpo ante cualquier situación preocupante o amenazante. La ansiedad nos mantiene alerta, impulsa el organismo a defenderse, movilizarse para huir, atacar o solucionar problemas.
Es normal y no representa ningún problema de salud, siempre que aparezca solo en los momentos necesarios. Cuando aparece en momentos sin ninguna situación de riesgo y no puede controlarse, empieza a existir una enfermedad.
¿Cómo evoluciona?
La evolución de la enfermedad depende del tipo de fobia que se trate, la enfermedad aparece sin avisar. Comienza con la inquietud de la persona sin síntomas físicos, por lo que puede esto pasar desapercibido.
El ataque de ansiedad, viene acompañado de síntomas físicos que hacen sentir a la persona como si está a punto de morir. Estos episodios crean en él un miedo más grande, haciendo que su vida cotidiana se vea afectada.
Los síntomas físicos son reales y el temor de la persona al sentirlos hace que la angustia aumente. Dura apenas unos minutos, esto es suficiente para que genere temor y una confusión muy grande en quien lo padece.
Este temor se traduce en la imposibilidad de manejarse normalmente, piensan que puede producirse un ataque en cualquier momento.
Muchas sienten temor a salir de sus casas, ir a trabajar, hacer sus labores cotidianas. Ante cualquier síntoma se genera un pánico que acelera la aparición de los signos y el ataque.
Es un trastorno que tiene cura si se atiende. La ansiedad puede llevar a la desesperación por dejar de padecerla, al abuso de fármacos y drogas.
¿Cuales son los síntomas?
El trastorno de ansiedad se caracteriza por tener una variedad de condiciones relacionas cada una con sus propios síntomas.
Los síntomas pueden ser emocionales o físicos, el síntoma en común es el temor ante situaciones de riesgo o preocupantes.
Es importante conocer los dos tipos de síntomas para reconocer así un ataque de pánico y buscar la ayuda adecuada.
Síntomas emocionales
- Temor o angustia: Que se presenta sin causa aparente en muchas ocasiones.
- Nerviosismo: La persona siente una inquietud que no puede explicarse.
- Irritabilidad: El paciente se siente de mal humor, con una molestia que no entiende.
- Pensamientos pesimistas: La persona está en espera de lo peor. Se mantiene alerta ante un peligro no latente.
Síntomas físicos
- Taquicardia: Los latidos del corazón se aceleran notablemente.
- Dificultad para respirar: La persona siente que le falta el aire, aumentando esto su angustia.
- Problemas estomacales: Acumulación de gases, ganas frecuentes de orinar, problemas para defecar o diarrea.
- Sudoración: Comienza a sentir una sudoración fría, espasmos y temblores.
- Dolor de cabeza: leve pero constante.
- Insomnio: la preocupación y angustia no permite conciliar el sueño, generando además fatiga.
Cada tipo de trastorno de ansiedad tiene características y síntomas propios, es importante conocer cada uno de ellos.
Tipos de trastornos de ansiedad y sus síntomas
Trastorno de pánico
Son sentimientos de miedo repentino que muchas veces aparecen sin aviso previo y sin razón aparente. Provocan síntomas físicos fuertes como:
- Dolor de espalda.
- mareo.
- Palpitaciones fuertes.
- Dificultad para respirar.
- Problemas estomacales.
Ante la presencia de estos ataques muchas personas se aíslan por temor a sufrir una crisis en público.
Fobias
Miedo irracional por ciertos objetos, lugares, situaciones, personas, animales o eventos. Sus síntomas son:
- Temor
- Sudoración.
- Aislamiento y evasión de los lugares o cosas para evitar sentir el temor.
Trastorno de ansiedad generalizada TAG
Una preocupación constante y exagerada en la vida diaria. Se puede sentir durante horas o días continuos, dificultando el desenvolvimiento normal de la persona. Se reconoce por los siguientes síntomas:
- Dolores de cabeza.
- Nauseas.
- Fatiga.
- Tensión constante.
Trastorno de ansiedad social
No son personas tímidas, sino que sienten un miedo irracional a ser humillados o juzgados. El trastorno se reconoce por los síntomas a continuación:
- Evita el roce social.
- No participa en conversaciones.
- Le es difícil expresar sus ideas.
- Prefiere mantenerse aislado la mayor parte del tiempo.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad debe ser hecho por un médico, psiquiatra o terapeuta. Debido a la presencia de síntomas físicos fuertes, generalmente esta condición es diagnosticada de manera errónea, basándose en ellos.
El especialista iniciará una charla donde puede utilizar entrevistas, cuestionarios a fin de conocer a detalle todos los síntomas.
La diagnosis puede ocurrir a mucho tiempo de su padecimiento. El médico puede enfocarse en el problema físico equivocando así el diagnóstico.
Pasos para realizar el diagnóstico:
- Análisis del miedo: El médico averiguara si se trata de un miedo normal o patológico.
- Buscar las causas de la ansiedad: A través de sus preguntas determinará si el miedo es provocado por alguna causa física o depresión.
- Realizar exploración física del paciente: Para descartar enfermedades como angina de pecho, hipertiroidismo y otras que pueden ser la razón de los ataques de ansiedad.
- Determinar la magnitud de los síntomas: Para poder definir si se trata de un miedo normal o de un trastorno de ansiedad.
Una vez realizada esta exploración, el especialista está en capacidad de dar un diagnóstico claro y recomendar el tratamiento necesario.
¿Cómo se trata?
El tratamiento varía de acuerdo a los síntomas y tipo de trastorno de ansiedad que presenta el paciente. Los más comunes pueden ser:
1.- Psicoterapia
Se aplica la terapia cognitivo conductual (TCC) suele ser muy eficaz en casos de ansiedad por fobias, social.
El objetivo es que la persona sienta menos miedo y aprenda a manejar herramientas para sobrellevar síntomas. El paciente desarrolla una respuesta más favorable ante el miedo.
2.- Terapia de exposición
Comenzando de manera imaginaria y luego real, el paciente es expuesto bajo supervisión del especialista a las situaciones de miedo.
Por medio de esta exposición prolongada, el paciente se da cuenta que no hay motivos para el temor irracional.
3.- Medicamentos
Algunos de estos se utilizan para reducir los síntomas emocionales y físicos de la ansiedad. Las benzodiazepinas, son utilizadas para tratar las fobias.
Cuando la ansiedad viene mezclada con depresión, pueden utilizarse algunos antidepresivos.
Casos como estrés post traumático, trastorno obsesivo compulsivo y ansiedad generalizada pueden tratarse con este tipo de medicamentos.
4.- Terapias complementarias
Que ayuden a reducir el estrés e inciten a la relajación como yoga, ejercicios, meditación, terapia ecuestre.
También es muy importante mantener una alimentación adecuada, eliminando productos que alteren los nervios.
¿Por qué se produce?
Las crisis de ansiedad se producen por diversos factores. El cansancio extremo, someter el cuerpo a pocas horas de descanso, estrés, problemas, sobrecarga de responsabilidades pueden producir la afección.
Cuando ya se ha padecido de estas crisis, el temor a volver a vivirlas. Así como el miedo a los síntomas físicos puede producir su aparición nuevamente.
Otro momento que puede acelerar la crisis es estar solo, el temor a no recibir ayuda, puede aumentar la angustia. Cualquier situación que los haga sentir que no tienen el control, puede producir una crisis de ansiedad.
Causas y factores de riesgo
Conocer las causas y factores de riesgo es importante para la prevención de esta enfermedad. A continuación te presentamos cada una de ellas.
Causas
- Factores hereditarios: Que otros miembros de la familia presenten problemas de ansiedad, puede ser la causa de que se padezca la enfermedad.
- Ambiente familiar: Si creciste en un ambiente hostil, lleno de problemas puedes padecer en algún momento ansiedad.
- Desbalance de los neurotransmisores: La falta de sueño, una alimentación inadecuada, estrés excesivo pueden afectar nuestros neurotransmisores.
- Problemas difíciles: Las crisis, problemas, situaciones de enfermedad, falta de dinero, exceso de trabajo puede aumentar la posibilidad de una crisis de ansiedad.
- Eventos traumáticos: Casos como accidentes, agresiones, pérdida de familiares pueden causar la afección.
- Estrés: permanecer sometido a situaciones de estrés constantes puede acelerar la aparición de una crisis de ansiedad.
- Inconformidad: Una persona que no se encuentre cómoda con la vida que lleva se angustia, estresa y vive molesta. Todo esto aumenta la posibilidad de padecer al afección.
- Falta de aptitud: Una persona que asuma una responsabilidad para la que no está preparado, puede sentir mucha ansiedad.
- Presión escolar: Una causa de ansiedad en los adolescentes es la presión escolar. En época de evaluaciones suele aumentar su estrés y por ende ser propensos a la enfermedad.
Factores de riesgo
Todos padecemos de ansiedad, es natural y útil en algunos momentos. El problema se presenta cuando no podemos controlar esa sensación y la misma nos lleva a padecer síntomas físicos.
Los factores que desencadenan una crisis pueden ser:
- Adolescentes incomprendidos: Muchos adolescentes sienten que sus padres no los entienden. Esa falta de comunicación genera un estado de ansiedad.
- Edad: Los adultos mayores suelen tener problemas de memoria, miedos debido a sus padecimientos, tristezas. Son factores que muchas veces se la achacan a la edad, sin darle importancia, pero los mismos pueden generar angustia.
- Depresión post parto: Luego de un parto muchas mujeres sienten depresión. El miedo a no saber cómo afrontar el cuidado de niño si es primeriza, causa un exceso de angustia.
- Controlar las emociones: Puede ser dañino guardar las emociones y no dejar salir lo que sentimos. Guardar todo genera estrés que puede llevarnos a un exceso de ansiedad.
- Enfermedades mentales previas: Haber padecido de trastornos mentales aumenta el riesgo de padecer ansiedad.
- Ambiente inadecuado: Vivir en un lugar donde existan conflictos, peleas constantes, aumenta la angustia del individuo.
- Familiares que padecen ansiedad o problemas mentales: Aumenta el riesgo de padecer la afección.
- Falta de apoyo: Encontrarse solo en momentos desesperantes, aumenta el grado de ansiedad.
- Ineficiencia para afrontar los problemas: No saber resolver los problemas de una manera adecuada es un factor de riesgo.
- Problemas económicos: La constante búsqueda de recursos para cubrir necesidades. Así como el pensamiento sobre todo lo que se carece genera angustia que puede ser excesiva.
Conclusión
La ansiedad es una enfermedad que no se diagnostica fácilmente. Presenta síntomas físicos que pueden confundir el diagnostico. Su aparición llega a modificar el estilo de vida de quien la padece.
Los síntomas suelen parecer importantes, pero realmente una crisis tiene poca duración y no llega a ser grave. Se presenta dolor agudo en el pecho, falta de respiración, sudoración que pueden confundirse con un infarto.
Para evitar la aparición de esta enfermedad es conveniente mantener una alimentación y descanso adecuados.
Controlar el estrés es muy importante, realizar técnicas de relajación y una terapia indicada por un médico pueden ayudar a solventar el problema.